viernes, 8 de octubre de 2010

Mario Vargas Llosa, premio Nobel de literatura

Faltaban todavía unos segundos para la una de la tarde cuando Peter Englund, secretario de la Academia sueca, abrió la famosa puerta blanca de la sede académica y pronunció el nombre del escritor hispanoperuano Mario Vargas Llosa como nuevo galardonado con el premio más prestigioso de las letras universales. Lo dijo en varios idiomas y cerró en castellano.

El Premio Nobel de Literatura 2010 fue celebrado de forma unánime por escritores y editores españoles e hispanoamericanos que asisten a la Feria del Libro de Francfort. Entre las felicitaciones recibidas por el escritor procedentes de todos los rincones del mundo está la del presidente de Perú, Alan García, que se ha referido al galardón de su compatriota como "un acto de justicia". "El mundo reconoce la inteligencia y la voluntad libertaria y democrática de Vargas Llosa y es un acto de justicia enorme que en verdad esperábamos desde nuestra juventud"

La carrera y la vida de Vargas Llosa es conocida: su infancia en una familia de clase media descompuesta está contada en 'Los cachorros' y en 'La ciudad y los perros', ambientada en el colegio militar Leoncio Prado. El paisaje de su juventud limeña aparece en 'Conversación en La Catedral'. Sus años en Bolivia se dejan ver en 'Pantaleón y las visitadoras'...

Después, Vargas Llosa se trasladó a Barcelona y se convirtió en núcleo duro del 'Boom' latinoamericano, junto al que entonces era su amigo Gabriel García Márquez, y al amparo del editor Carlos Barral. Vargas Llosa sólo volvió a Perú para competir en las elecciones presidenciales de 1990. El escritor, que se presentó con un programa de corte liberal, perdió las elecciones en contra de todos los pronósticos ante un candidato de origen japonés casi desconocido: Alberto Fujimori.

Pese a esa derrota, Vargas Llosa no ha renunciado a su faceta de observador de la sociedad y la política a través de su actividad periodística, ni ha dejado de escribir novelas de tema político, como 'La fiesta del chivo'. Su doctrina es clara: defensa del individuo sobre el colectivo, liberalismo económico, defensa estética de la tradición racionalista de Occidente...


Esa postura le ha creado muchos detractores a Vargas Llosa y, de hecho, lo alejó durante años de los favoritos al Nobel. Nadie, sin embargo, ha dejado de valorar la literatura del escritor peruano. Sus bazas: el oído para los sonidos del lenguaje oral, la capacidad para crear tramas complejas sin que sus obras se banalizaran, la creación de un espacio y un paisaje muy personales...

Fuentes: El País, El Mundo y Google 

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